Después de una fulgurante carrera de 40 años, durante la que consiguió el mayor éxito de ventas de la historia del pop con su álbum Thriller. A pesar de ganar cientos de millones de dólares, Jackson arrastraba una deuda de unos 500 millones de dólares (unos 358 millones de euros), según fuentes citadas por The Wall Street Journal.
Sin embargo, sus principales activos, incluidos los derechos de autor de sus propias canciones y una participación en el catálogo de temas de los Beatles, estaban valorados en más de mil millones de dólares, de acuerdo con una fuente de la industria musical. La carrera y la imagen de Jackson se vieron empañadas por sus crecientes problemas financieros y legales en los últimos años.
Conocido por su afición a hacer grandes compras de juguetes y antigüedades, Jackson fue acusado por un contable -durante el juicio celebrado en 2005 por presuntos abusos sexuales a menores- de haber gastado entre 20 y 30 millones de dólares más de lo que producía al año.
Préstamo de 200 millones
Su lujoso estilo de vida fue posible en parte por un préstamo de 200 millones de dólares garantizado por su participación en el catálogo de los Beatles. Jackson era dueño de esos derechos en una sociedad con Sony Corp conocida como Sony/ATV unos derechos que refinanció ese préstamo en el 2006 en un intento por evitar la bancarrota.
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